… es una terapia creativa que mediante la exploración artística nos permite entrar en contacto con nosotras y descubrirnos,  relacionándonos con nuestros aspectos menos conocidos o bien con aquellas cuestiones que nos hacen sentir bloqueadas, insatisfechas o perdidas en nuestro proceso vital. 
En Arteterapia empleamos todo tipo de técnicas y procedimientos artísticos: dibujo, pintura, collage, fotografía, vídeo, modelado, objetos, narrativa, dramatización, música, movimiento.
El lenguaje artístico es un lenguaje simbólico y metafórico a través del cual permitimos que tomen forma aspectos de los que no somos muchas veces conscientes, pero que hablan directamente de nuestros personajes internos, nuestras limitaciones más recurrentes y también de nuestros deseos y necesidades para llegar a Ser.
A través de este proceso de construcción-creación del objeto-imagen, vamos dando espacio a que emerjan nuestra imágenes internas, todos aquellos elementos que necesitan ser atendidos.

… es una disciplina que se centra en el cuerpo, sus expresiones y síntomas. Es un trabajo muy profundo en el que ponemos en juego nuestro cuerpo sentido, nuestro sentir en movimiento, explorando una gran diversidad de plásticas y activando, movilizando y regulando las diferentes zonas a nivel físico, emocional y energético. Trabajamos con músicas muy variadas que nos ayudan en este recorrido y nos invitan a sentir y expresar, a canalizar y dar forma. El grupo es espacio de exploración, de acompañamiento y de apoyo, pero también podemos trabajar de manera individual. Además del movimiento, en este trabajo recurrimos a la conciencia corporal, respiración, sencillos masajes, y dinámicas creativas. En este trabajo conectamos muy claramente con la alegría de Ser.

… es mucho más que una psicoterapia, es una manera de entender la vida  que se sustenta en tres aspectos fundamentales: conciencia (el darse cuenta), presencia (aquí y ahora) y responsabilidad (hacerse cargo de lo que uno es, siente y necesita). Es en el Ahora cuando se actualizan y toman forma vivencias antiguas no resueltas y es sólamente ahora, a través de la experiencia corporal y emocional emergente,  cuando podemos abordar de manera creativa cualquier situación que se nos presente.

A través de diversas dinámicas podemos integrar de manera experiencial aspectos nuestros que están escindidos, partes que están alienadas, negadas, rechazadas. Así el proceso en terapia se convierte en un viaje, en una aventura para ir más allá de lo conocido en nosotras y explorar nuevos territorios. Dentro de nosotras, todas las personas tenemos una parte que busca el equilibrio, que busca el ser completas, reconocidas por nosotras mismas, más allá del personaje y de la máscara. 

… y la perspectiva sistémica nos ayuda a dar orden y estructura en los procesos ya que nos permite ocupar el lugar que nos toca dentro de los sistemas a los que pertenecemos y liberarnos de toda aquella carga que no nos corresponde llevar. 

… y la estructura del carácter nos facilita una comprensión clara a cerca de la mecánica en la que nos movemos y la manera automática en la que vivimos. Tomar contacto con la herida que definió nuestro carácter en la infancia nos permite poder liberar todo aquello que está bloqueado en nuestro cuerpo y hacer espacio para lo nuevo, trabajando en la confianza, el merecimiento y la abundancia que nos pertenece por el hecho de existir.