Este segundo encuentro ha centrado su temática en torno al Cuerpo-Casa y toda la simbología que el cuerpo y la casa nos traen como espacios de resonancia de nuestra emocionalidad, nuestras experiencias y vivencias cotidianas.
Anna Nosowicz
crea a través del collage espacios íntimos, fragmentos de naturaleza que dialogan con objetos y se reconocen como partes de un todo. Anna nos habla del cuerpo como casa, expuesto a innumerables factores externos. Ser libres tiene que ver con saber volver a un lugar de reposo para no perdernos en el afuera, en toda esa niebla de información, de demandas y tareas diarias.
Fernanda J. Carregado
Entrenamiento emocional es la obra que Fernanda realiza para las MiniResidencias, una intervención textil con cerámica y bordado. Su propuesta se materializa en un saco de boxeo cubierto de margaritas. Esta llamada a los cuidados se encarna en el propio cuerpo, pero también en la gestión de las emociones y en cómo éstas nos atraviesan y nos configuran. Una oda a la vida, con toda su dureza y su belleza.
Isabel Garnelo
trabaja con materiales plásticos de desecho en un continuo diálogo, incorporando otras miradas en una obra colaborativa con mujeres tejedoras del pueblo. Su cuerpo-casa es una reflexión en relación a lo privado y lo público, lo íntimo y lo compartido, lo que en esta sociedad de consumo nos transforma y nos atraviesa, lo artificial y lo natural, lo necesario y lo ilusorio.
Ana Serrano y Marina Ojeda
pintan juntas de nuevo, un tríptico formado por tres puertas correderas en el pasillo de la casa. Este trabajo, a medio camino entre la pintura y el mural, simboliza los procesos de gestación y cambios internos y hace referencia al cuerpo como espacio de resonancia de todo lo que nos acontece. No solamente somos un cuerpo físico, si no también emocional, mental, instintivo y energético. Cuerpo-casa-semilla-tierra-hogar.