La Semana de Creación Libre ha sido este año un encuentro muy provechoso donde la conexión entre las artistas, la nutrición mutua y el intenso trabajo artístico han marcado las 7 jornadas, dando como resultado un tiempo de auto observación importante pero a su vez un juego muy productivo entre lo propio y lo grupal.
Os presento a las artistas que nos han acompañado y sus reflexiones sobre el trabajo y el contexto:
MARTA OBRA: La semana de creación libre en la casa móvil ha sido un regalo para mí alma sedienta, en búsqueda…de un espacio para ser, para abrirse en canal, para que broten las necesidades, para que los movimientos internos encuentren la esencia de su forma. Y así poder sumergirme en las oscuras profundidades de mi centro, para encontrarme con los personajes que habitan en él, que sienten, que reclaman, que sufren, que cuentan, que brillan, que gritan. El reto de esta semana ha sido invocarlos, darles voz, escucharlos, conocerlos y permitirles tomar forma, para poder abrir un lugar dentro de mí donde danzar, dialogar e integrar. Todo ello enriquecido por la inspiradora naturaleza de la zona y la belleza de la casa móvil. Potenciado por las fuerzas femeninas creadoras colectivas. Y generado por el amor, el cuidado y el acompañamiento de mis maravillosas compañeras, nuestra guía Marina y la comunidad de Algodonales.
PAULA PÉREZ: ¿Cómo sería habitar un espacio artístico, en la casa y en mi vida? Deseo dar un nuevo lugar a mi alma de artista, dejar explotar ese flujo vital durante años constreñido, pero sin destruir lo anterior. Expandiéndose, ocupando espacio, e integrando lo previo. Esta semana pude explorar una mirada amable hacia mi misma, hacia mi pasado y hacia mi futuro: pude construirme una casa blandita con paredes de algodón, envolverme en un edredón de cuidados y amor, y expandirme amando lo previo entre pétalos de flor, sin saber a dónde me llevará el paso siguiente, pero sin miedo. Y todo esto, a través del proceso creativo, en un espacio de cuidado y lleno de arte y almas de artistas conectadas, sosteniéndonos unas a otras.
ALEXANDRA ESTÉVEZ: La estancia en Casa de Artistas en el pueblo de Algodonales ha sido una experiencia maravillosa llena de bienestar. El entorno es realmente bonito y Marina nos acompañó en diferentes salidas donde pudimos disfrutar también de los alrededores. La casa es de ensueño. Un espacio hecho a medida de la calma y la belleza que posibilita la creación, los cuidados y la conexión interior para llevar a cabo durante los días que estuvimos, una vida creativa, algo que sabemos tan necesario y que nos permitió desarrollar esos proyectos artístico-personales que queríamos sacar adelante.
LEANNE BOCK: Durante La Semana de Creación en La Casa Móvil, investigué el tema cuerpo-como-casa, casa-como-cuerpo, explorando relaciones entre realidades (ya sean construidas u orgánicas) – internas y externas, del mundo viviente que habito y que me habita.
Como viajadora, busqué materiales portátiles, ligeros y cotidianos en la papelería local, y planteé preguntas abstractas para abrir un diálogo con mi cuerpo-casa y la casa-cuerpo del entorno más amplio. Realicé el proyecto a través de metodologías encarnadas y expandidas, y salió un proceso fluido por medio de la escritura y dibujos lúdicos, y un video como registro de huellas dejadas del entorno en mi cuerpo-casa.
Pasé horas en la sierra siguiendo senderos de cabra, absorbiendo las llamadas de las chicharras, los susurros de los árboles, olores de paja y tomillo silvestre, las texturas de rocas jurásicas, colores y sensaciones del seco y ardiente entorno natural, bañándome en el río, tomando el dulce agua subterráneo y poniendo atención en los animales y plantas alrededor. Jugué con realidades y sistemas construidos como lenguaje – intercambiando las definiciones de cuerpo y casa y experimentando con interconexiones entre sistemas orgánicos. Fue una experiencia única y experimental de autorreflexión, flujo y conexión corporal que – gracias a tener tiempo, espacio, y desc
onexión de responsabilidades diarias – me permitió claramente identificar patrones y huellas ecoculturales, seguir un sendero interno, interconectar una red de fragmentos por trazos e hilos, transponer capas de realidades y canalizar ideas conceptuales, internas y externas. El proyecto continúa!! Como una rica fuente de ideas.
La Casa Móvil (Cuerpo-Casa Móvil) es un espacio que respira, es nutritivo, abierto y lleno de luz. Marina crea una atmósfera y experiencia de cuidado, creación, amor y belleza con su amplia sabiduría de arte, terapia, temas psicocorporales y mucho más. Era un regalo crear en un entorno tan cuidadoso y presente con Marina y compañeras – Marta, Paula y Alex – artistas y personas extraordinarias que saben instintivamente crear como práctica de conectar todos los ‘mundos’ y los ‘cuerpos’ que habitamos y que nos habitan.
Mil gracias a todas!