Hace tiempo que quiero tener mi propio tambor. Mi Mujer Narturaleza me lo pide a gritos. Estoy atravesando momentos importantes de cambio de ciclo y estoy poniendo mucha atención en acompañarme bien, en priorizarme, en creerme. El sonido del tambor me acerca a mi latido, a mi pulso que es el pulso de la tierra. El latido del tambor es la llamada de la tribu, de ese núcleo de mujeres hermanas que sostienen sin juicio, que acogen lo que cada una transita, que abren brazos a la vida, tal cual llega. Crear nuestro propio tambor es generar un objeto simbólico que nos ayuda a ritualizar estos procesos de cambio, que con su sonido nos recuerda de dónde venimos y hacia dónde vamos.
Javier Aguilera nos acerca en este espacio de taller a la sabiduría de las tribus nativas americanas y nos acompaña en este proceso ritual de creación y nacimiento de nuestro tambor. Vamos a generar un espacio-tiempo muy bello en La Casa Móvil. Deseando compartirlo juntas.
Escríbeme si te apetece compartir,
Marina.