MUJER CRISÁLIDA-MUJER OCÉANO

Mujer Naturaleza sigue rodando con propuestas como esta: Mujer Crisálida-Mujer Océano. Hay siempre una base que da sentido y unidad al trabajo que hacemos con mujeres y compartimos Rocío Cañadas y yo misma. Hay un proceso personal en todo esto, un dar sentido a través de nuestras propuestas a todo nuestro recorrido, nuestro caminar como mujeres y sobre todo como mujeres-hermanas. Esa hermandad es una reconquista de nuestros espacios y de nuestros cuerpos. Somos hermanas porque nos importamos, nos acompañamos y nos priorizamos. Somos hermanas porque nos movemos desde los cuidados y alimentamos la escucha, el abrazo, la verdad interna.

Estas propuestas de Mujer Naturaleza arrancaron hace ya tiempo y seguimos abriendo espacio l encuentro con otras mujeres en la medida en que seguimos abriendo espacio al encuentro entre nosotras. Es una manera de compartirnos e irradiar lo que gestamos juntas. Somos creativas y gozosas. Nos cuidamos y nos atendemos. Y es precisamente esto lo que ponemos en juego en las propuestas con otras mujeres.

En esta ocasión nos volvemos a mudar de escenario. La Casa Móvil ha sido hasta ahora el lugar que nos acogía prioritariamente. Y lo sigue siendo. Pero la breña de Barbate es también hogar. Rocío vive allí y juntas hemos compartido paseos y charlas entre esas dunas y pinares, junto a ese mar hermoso de la playa de la Hierbabuena. Así que hasta allí nos vamos, para danzar y crear juntas. Para abrirnos a la primavera y al verano que llega con una actitud amorosa, abrazando los cambios que vamos viviendo y facilitando rituales que nos permiten volver a nacer a la vida, a entregarnos a la alegría y al disfrute. No hay nada que de más gozo que sentirnos hermanas, sentirnos parte importante y merecedora, creativas y creadoras. El cuerpo despierta de su sueño, recuerda y reconecta con lo importante. Nos volvemos intuitivas, sabias y confiadas. Abrazamos la fuerza que nace de dentro y la transformamos en sostén y arropo.

El arte nos ayuda en este proceso. Crear es dar forma a nuestras imágenes internas, dejar salir, dejarse materializar todo ese imaginario simbólico que habita en nosotras. La danza nos permite activar y movilizar todo esto que sentimos. Nos hace vibrar, despertar e irradiar. El ritual nos ayuda a transitar, a entender la vida como un continuo atravesar. Y ritualizamos estos procesos para anclarnos bien a ella, apoyarnos en nosotras y coger fuerzas.

Todo esto nos une a Rocío y a mí. Gracias hermana por compartinos y disfrutar junta de esto tan bello que creamos. Sois bienvenidas todas las mujeres que sintáis ganas de participar y crear con nosotras. Os esperamos!

Marina.

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